Sin embargo, ya sean los pijamas más suaves o la comida para bebés más saludable, o los numerosos productos para el cuidado de la piel, las sustancias nocivas presentes en los productos para bebés no tienen fin.
Este artículo establece una lista de sustancias e ingredientes que debes evitar en la cesta de la compra para tu bebé.
Químicos potencialmente dañinos que deberían ser evitados en productos para bebés:
Lejía:
Entre los años 1990 y 2006, más de 200.000 niños menores de cinco años tuvieron que ser tratados en las salas de emergencia debido a la exposición a la lejía. Las lesiones relacionadas con productos de limpieza para el hogar o productos para lavar son muy comunes. Su impacto puede ser fatal para los bebés.
Los detergentes y jabones que contienen lejía deben evitarse por completo, ya que pueden provocar graves infecciones, quemaduras, visión borrosa, irritación ocular y dificultad para respirar.
Talco:
Principalmente presente en polvos de talco, éste se usa para prevenir las rozaduras o aliviar las erupciones del pañal y los granitos rojos.
Muchos estudios han demostrado que el talco a menudo se contamina de forma natural durante el proceso de fabricación. Es un irritante pulmonar en potencia y también puede ser cancerígeno. Por lo tanto, es fundamental utilizar polvos para bebés sin talco.
Colonia:
La colonia es un término general que se utiliza para cualquier producto secreto que las empresas deseen agregar. Dado que no están obligadas a revelar esos materiales, es difícil saber si es a prueba de bebés.
La mayoría de las empresas utilizan productos químicos sintéticos derivados del petróleo y del carbón para enmascarar el olor desagradable de los productos químicos utilizados durante la producción. Esta colonia permanece sobre la piel durante mucho tiempo y puede causar daños respiratorios, neurológicos, oculares y cutáneos. Los resultados han demostrado que es probable que los efectos duraderos de las colonias en los niños pueden provocar asma.
Sulfatos:
Los sulfatos se utilizan a menudo para aumentar la formación de espuma en los productos de baño como geles de ducha y champús.
Aunque tienen buenas cualidades para limpiar la suciedad, la concentración de sulfatos como el SLS y el SLES pueden tener efectos nocivos en la salud del bebé.
Parabenos:
Los parabenos son conservantes que se utilizan para ampliar la vida útil de los productos para el cuidado de la piel. El efecto de esta sustancia química puede aumentar la irritación de la piel y causar problemas importantes de disfunción de los órganos reproductivos más adelante en su vida.
Ignífugos:
Desde juguetes para niños hasta cunas y asientos para el automóvil, muchos productos para bebés están recubiertos de ignífugos. Sin embargo, muchos estudios muestran que estas sustancias son cancerígenas y su exposición puede llevar a problemas en el desarrollo, trastornos hormonales, pubertad avanzada, hiperactividad, etc.
Las investigaciones han demostrado que, en la mayoría de los casos, los niños están más expuestos a sustancias ignífugas que los adultos, ya que tienen más disposición a tocar las cosas con la boca o a pasar tiempo en el suelo.
Ingredientes a evitar en la comida para bebés:
En el momento en el que un niño crece y comienza a explorar ciertos alimentos, empieza un viaje emocionante tanto para ti como para tu pequeño. Aunque es normal sentir curiosidad por varios alimentos y estar más expuesto, algunos alimentos pueden no ser adecuados para su hijo en ciertas edades.
La lista de alimentos incluye:
Sal:
Tu hijo no necesita una gran cantidad de sal en la comida. Las sales pueden tener efectos perjudiciales para los riñones.
Por lo tanto, se suele prescribir no poner sal en los alimentos para bebés y/o niños pequeños. Alimentos cómo: galletas saladas, precocinados, patatas fritas, panceta, y salchichas son algunos ejemplos de alimentos que tienen grandes cantidades de sal y deben evitarse.
Miel:
La miel tiene ciertas bacterias que dañan el intestino de los bebés, pudiendo estos enfermar. Niños menores de 1 año no deben tomar miel.
Azúcar:
El azúcar es la principal causa de la caída de los dientes. Cualquier snack que contenga azúcar como el chocolate, zumos, mermeladas, … no se debe incluir en la dieta de nuestro bebé.
Ciertos pescados:
Los peces como el pez espada que contengan altas cantidades de mercurio pueden resultar fatales para el desarrollo neurológico del bebé.
Los mariscos crudos o medio cocidos como almejas, ostras, etc., pueden aumentar el riesgo de intoxicación alimentaria.
Leche de vaca:
Aunque la leche materna se considera el principal elemento nutricional para el bebé, hay que tener en cuenta que la leche de vaca no tiene porque ser igual, de hecho, tiene un mayor contenido de lactosa lo que podría afectar al estómago de su pequeño.
Por lo tanto, es mejor evitar la leche de vaca hasta que el bebé cumpla 1 año.
Metales pesados:
Nuestro cuerpo necesita ciertas cantidades de nutrientes esenciales como hierro y zinc para funcionar correctamente. Pero otros metales como el plomo y el arsénico son bastante dañinos. Algunos cultivos como los de arroz, a menudo absorben estos metales del suelo, terminando estos en la comida de los más pequeños de casa.
La presencia de estos metales en el cuerpo puede provocar problemas de atención y de comportamiento durante un tiempo. Por lo tanto, se recomienda evitar los cereales de arroz para bebés, las tortitas de arroz, las zanahorias, las patatas, los zumos de frutas, las bebidas de arroz, …
Al final del todo, un niño te llena ese lugar en tu corazón que nunca habías pensado que estaba vacío. Es tu responsabilidad velar por su bienestar y por ofrecerles aquellos productos orgánicos aptos para niños. Para un padre primerizo, nada es más importante que la buena salud de su hijo.
Estos son algunos de los productos que se deben evitar con el fin de eliminar los peligros para la salud de su bebé.
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